sábado, 20 de abril de 2019

Método Konmari para chaquetas, camisas y pantalones

Sigo con el Método Konmari y la verdad es que lo que más me está costando es deshacerme de prendas que, a lo mejor no son las que más uso ni las más sensatas de guardar, pero que, por una razón u otra quisiera conservar aún cuando la razón me indica que son las que tengo que eliminar de mi vestidor. Estas faldas tan cortas que ya no uso pero que pueden ser perfectas para ir a la playa, las blusas que no cierran bien de pecho y que tengo que usar abiertas con t-shirt de tirantes debajo, los jeans viejos-viejísimos que ya no están nada bien pero que he usado tanto que son como una segunda piel,... En definitiva, ropa que ya no uso pero que pienso que tal vez, alguna vez,...
Bueno, al final he sacado bolsas y bolsas y más bolsas de casa. Me parece increíble que tuviera tanta ropa inservible!! Ahora me arrepiento de no haber fotografiado todo lo que tenía de más, pero es que, en ese momento me sentía incluso avergonzada.
Lo que sí tengo es foto de las “montañas” de ropa y de cómo las he reubicado de nuevo en el vestidor. 


CHAQUETAS
Las de nieve, moto y chubasquero están en otro espacio. Pero, del resto, aunque todavía podría prescindir de alguna, sobretodo bikers, esta es la representación gráfica

Todo esto...



Quedó así:





CARDIGANS - TRAJES Y BLAZERS - CAMISAS, BLUSAS Y BLUSONES
Mi mayor reto una cuestión de espacio, tenía que colocar todo eso en el mismo armario. ¡Una locura! He tardado tres días en recibir la inspiración que necesitaba para clasificar, desechar, reordenar y ubicar todo esto. 



Y esto...



Más los cardigans...

Pero, finalmente he logrado mi propósito.



Con algún “truqui” muy práctico ;)






PANTALONES
Los tenía en un pequeño armario de una balda formando una pila, uno encima de otro y cada vez que tenía que sacarlos uno a uno hasta que daba con el que me quería poner. Los tenía ordenados por colores pero aún así era un rollazo. Y siempre se me estaban desordenando los colores, de tanto tener que sacarlos y meterlos en su pila.



Ahora, después de eliminar unos cuantos pantalones —unos muchos cuantos, la verdad—, y de aplicar el método Konmari de plegado, el resultado es espectacular. Me encanta cómo se ve todo tan lucidito y tan fácil de acceder al pantalón deseado y de volverlo a colocar en su lugar!!!





Lo siguiente que os enseñaré será el calzado. Pero para esto voy a hacer un post especial porque creo que 64 pares de zapatos que tenia bien lo merecen.

De momento, ¿qué os parece el sistema que estoy aplicando? ¿Usáis el Método Konmari? ¿Alguna otra propuesta?

Todas las ideas, como siempre, serán bienvenidas.

Love,

Eva 

lunes, 8 de abril de 2019

Mis “daily’s” de belleza

Probablemente lo que debería entrecomillar en el título no es el anglicismo sino la palabra “belleza”
Es curioso que a los cuidados faciales les llamemos “belleza” independientemente de lo agraciada o agraciado que sea el sujeto en cuestión. Algún día, quizás, podría plantear un post acerca de las curiosidades del lenguaje...



Pero ahora vamos a lo que vamos. Estoy tan feliz y satisfecha con el tratamiento diario que estoy usando actualmente que he pensado que estaría bien compartirlo por si hay a alguien a quien le pueda servir.

Empezamos:

LIMPIEZA 

Lo admito, el desmaquillaje y la limpieza de la piel  es algo que S-I-E-M-P-R-E me da pereza. Es un engorro desmaquillarse y siempre he buscado soluciones sencillas. Es decir, el ritual de leche desmaquilladora, desmaquillante de ojos y tónico pocas veces lo he llevado a cabo. He sido más bien de geles y pastillas de jabón, más o menos astringentes en función del estado de mi piel en cada momento. Pero nunca había dado con aquel producto que realmente me satisficiera. Hasta ahora. 
Es curioso que se le llame crema cuando en realidad es una especie de gel. Pero no es el gel al uso. Su textura fundente es realmente agradable. Lo aplicas como un gel normal pero la sensación al contacto con la piel es riquísima. Se retira con agua y te deja la piel sedosa. Además, afirman desde la firma, que unifica el tono de la piel y evita la deshidratación. Desde luego esa sensación de tirantez que me queda con otros geles, con este limpiador no me ocurre. Y la piel queda libre de residuos de maquillaje y muy luminosa.
A veces, no siempre, me doy un poquito de agua de rosas, a modo de tónico. Pero, por dedicarme un ratito más para mí, porque verdaderamente no es necesario.

TRATAMIENTO PRINCIPAL 



Contorno de ojos

El siguiente paso es aplicarse el contorno de ojos.
Otro producto que muchas veces me he saltado. 
Dicen que la piel del contorno del ojo es mucho más fina y delicada y requiere de tratamientos específicos. Esta afirmación no es nada que nos extrañe o sorprenda. Sin embargo mi teoría siempre ha sido que, si la está zona de la piel es más delicada los productos específicos serán más suaves para no dañarla, con lo cual es más potente la crema del resto del rostro que ha sido la que generalmente me he aplicado también en el contorno ocular. 
Bueno, esto lo he podido hacer porque nunca he tenido el problema, por ejemplo, de los miliums (esos micro-granitos blancos que a algunas personas les aparecen en los párpados) y porque no he tenido los ojos especialmente sensibles a las cremas. 
Pero, totalmente consciente de que mi teoría era errónea y aprovechando una promoción de Natura Bissé me animé a probar su contorno. 
Este producto le adquirí junto con la crema facial en un cofre especial de Navidad, que también contenía un tarrito en tamaño viaje de la crema de rostro y un colgante de cerámica perfumada para el armario
Fijáos en el link que os dejo (foto y nombre del producto), qué resultados promete.
Mi conclusión: 
  • ¿Quita las ojeras? No, rotundamente no. Las ojeras puede que las quite una alimentación adecuada, dormir las horas de sueño que corresponden,... Y, no te digo yo que no haya alguna cremita que las quite, pero ésta desde luego no. 
  • ¿Reduce o suaviza las arrugas? Tampoco. Bueno, no sé cómo estaría ahora si no me la pusiera. Igual estaría peor. Pero lo que yo noto es que tengo las mismas líneas de expresión y patas de gallo que antes de usarla.
  • ¿Hidrata? ¿Es agradable de usarla? Sí, hidrata y sí es agradable de usarla. La piel de la zona se ve más jugosita y eso hace que el aspecto de la pata de gallo, aunque no desaparece, se me con mejor aspecto y más saludable. Algo positivo es que no desprende aromas que irriten los ojos, no escuecen ni pican, como ocurre con otras cremas, y se absorbe bastante rápido, a pesar de su textura tirando a densa.
  • ¿Lo volvería a comprar? Sólo no lo creo, en el cofre de promoción sí, sin duda. 


Rostro

Crema Antiedad Biorregeneradora.
Tengo que reconocer que mi piel está como nunca: Super luminosa, un aspecto suuuuper saludable y jugosita. Nunca he tenido problemas de sequedad pero lo saludable que se me ve la piel desde que uso esta crema es una pasada. Nunca me la había visto así. 
Ahora bien, el descolgamiento del óvalo facial sigue su curso natural y mi contorno facial no se ha definido para nada.
Extiendo también esta misma crema en cuello y escote y no noto nada. Mismos círculos alrededor del cuello y el escote, tal cual, sin novedad en el frente. Supongo que debería de usar un producto específico para cuello y escote, pero es que una tiene que ponerse sus límites, tanto a nivel de tiempo invertido en los “potis” diarios como a nivel económico y es que resulta ciertamente obscena la cantidad de dinero que deberíamos de dedicar para todo lo que se requiere en los cuidados personales, en algo tan insustancial como el hecho de quererse agarrar a la imposible juventud eterna.
¿La volveré a usar? Sí, sin lugar a dudas. Como digo, yo me veo la piel mucho mejor. Eso sí, es tan escandalosamente cara que me encantaría dar con otra crema algo más económica y que me ofreciera resultados similares. Y cambiaría sin dudarlo. 
A veces, me planteo si estos precios son justos y no me están tomando el pelo. Pero bueno, el pelo me lo toman porque me va bien la crema y por eso me lo dejo tomar. Eso sí, si algún día encuentro otra que me vaya igual o mejor y sus precios me parezcan menos abusivos me liberaré rápido y corriendo de esta sensación de tomadura de pelo sin ningún remordimiento y sin ningún compromiso de fidelidad. 

PLUS DIARIO SOBRE EL TRATAMIENTO

¡Ay! ¡Qué decir de este producto! Es una especie de sérum pero con textura de fluido que denominan en Dior “de nueva generación”
Desde la primera aplicación la piel se ve más radiante. Y es de WOW pero de verdad. Extiendes por el rostro una pequeña cantidad después de la crema habitual y enseguida notas la piel mucho más bonita.
Además es tratamiento por lo que a medio plazo también aporta beneficios a la piel. Este punto me cuesta más notarlo en mí porque con la crema anterior se confunden sus resultados. Pero, en mi marido, que también la usa, directamente sobre la piel limpia, sí que se le ve la piel más bonita. Como siempre, milagros en Lourdes. Así que eso de que en 4 semanas el 97% de las usuarias se ven más jóvenes me genera duda razonable... Pero en general el veredicto tanto por parte de mi marido como por mí misma es muy positivo porque nos encanta.

OTROS...

Crema de día: 

Este es el primer producto que probé de Natura Bissé. Yo venía del Genifique de Lancôme que, durante mucho tiempo me había funcionado a las mil maravillas — el Visionnaire también, aunque me gustaba menos —  y, a pesar de irlo combinando algunas veces y alternando otras con algún producto de Dior (o de Olay cuando el presupuesto ha andado más flojito), ya se me estaba quedando corto. 
Pués bien, cuando probé el C+C Vitamin Fluid quedé maravillada con el producto y con la firma. Es un fluido súper agradable de aplicar y con un olorcito a naranja delicioso. Debido a la textura tan ligera recuerda a las hidratantes suavitas para quinceañeras pero qué va! Es un producto de tratamiento hidratante, reparador y reafirmante, que se absorbe muy rápido y es ideal para pieles grasas y mixtas.
Es mucho más económico que la Diamond Extreme. Son totalmente diferentes. Pero estoy pensando en alternarlos. Así me da la sensación de que notaré mayor efecto con ambos porque la piel no se me acostumbrará.

Serum:
Es un tratamiento protector para aplicar sobre la crema habitual de acción perfeccionadora.
Este producto lo probé con una muestra (ay! el poder de las muestras) y me encantó, de tal manera que lo mitifiqué.
No había usado nunca todavía el DreamSkin de Dior así que no tenía base comparativa. 
Cosas de la vida, cuando me animé a aplicarme un extra sobre mi tratamiento diario, me vino a la mano el DreamSkin, que ya he explicado que me fascinó. Y además, al tener esa textura tan ligera y esos resultados tan inmediatos, lo puedo compartir con mi marido.
Pero me quedó la espinita clavada del Diamond Drops. Así que en cuanto que hemos acabado el DreamSkin, he convencido a mi marido (ya sabéis cómo son de reacios los hombres a los cambios) para probar su equivalente de Natura Bissé. 
Pero, aunque no puedo decir que no me guste, no se acerca ni de lejos al de Dior. Por lo menos para mí. El mito se quedó en eso, un mito 
=(
Y a mi marido no le gusta para nada. Aunque para él el problema es la textura tan líquida que tiene. Claro, él se lo aplica directamente sobre la piel y no es tan agradable como la textura del fluido. 
Además, él, que todo lo cuantifica, monetiza y hace sus comparativas, no entiende pagar lo mismo por la mitad de producto (DreamSkin= 150€/50ml vs Diamond Drops= 150€/25ml) y encima como es líquido se le escapa entre los dedos y pierde producto 😅 
Eso sí, la presentación ideal. Cuando abres la caja, te aparece un cofre donde va contenido el botecito de serum. Le da un valor añadido que, por lo menos a mí, me gusta, porque parece un producto luxury.
¿Funciona? Sí
¿Es una pasada? Para mí hay opciones mejores.

Mascarilla:

Como su propio nombre indica esta mascarilla es el segundo paso de un tratamiento en casa para la recuperación de la piel tras un peeling químico que me aplicaron en cabina.
El primer paso es un sérum que dura aproximadamente una semana. Y tras él hay que aplicar la mascarilla de la que os hablo aquí.
Una vez acabas el tratamiento, de mascarilla te queda aún mucho producto en el tubo. Y yo la estoy aprovechando para ponérmela cuando me veo la piel apagada, cuando pienso que necesito un extra,... Es súper nutritiva y vaya si se nota!!
Me gusta aplicármela por la tarde-noche y dejármela toda la noche. ¡Me encanta cómo me veo la piel a la mañana siguiente!
Yo os he dejado el link como del resto de los productos. Pero si podéis acercaros a vuestro centro de belleza de confianza y haceros todo el tratamiento, incluyendo el peeling químico en cabina, vais a quedar encantadísimas.

PRODUCTO CAPILAR

Os he puesto en la foto el formato de muestra porque es como la he probado yo hasta el momento. Aunque tengo claro que, cuando acabe el par de muestras que tengo voy a comprármela. No es una mascarilla de supermercado sino de peluquería que siempre suelen ser de mayor calidad. Y la verdad es que, en este caso, se nota. 
Tal vez debería de usarla como mínimo una vez por semana pero no lo hago así. Yo me la aplico cuando me veo el pelo encrespado o mate o sencillamente cuando me puedo estar un rato bien largo con ella puesta en el pelo. Mi peluquera dice que sólo hacen efecto durante los primeros 15 ó 20 minutos. Pero, qué quieres, yo una vez leí una entrevista de Cindy Crawford donde decía que cuando se quedaba en casa durante el fin de semana se aplicaba una buena cantidad de mascarilla, se hacía una cola y se pasaba todo el fin de semana con ella puesta. Sé que no tiene ninguna ciencia, pero mi teoría es que cuanto más rato me deje la mascarilla puesta más cerca estaré de tener el mismo melenón que ella... (lo sé, estoy soñando, jejeeee...)


Pués hasta aquí mis truquis de belleza. Estos son los “potis” que uso yo. ¿Nos dices los tuyos en los comentarios?

;) 



Eva 

martes, 2 de abril de 2019

Método Konmari para Bolsos

¡¡Hola!!

Ya sabes que últimamente me ha dado por poner a prueba el Método Konmari.
Esto se debe a que me paso la vida poniendo orden en casa pero enseguida se revuelve todo. Y todavía no había dado con el sistema duradero para no tener que estar siempre liada con lo mismo.

Debo de decir de antemano que, el Método de Marie Kondo está funcionando con mi cajonera de jerséis y camisetas. Por eso es que me he decidido a ponerlo en práctica también con mis bolsos.


antes

después

Como ves en la foto, el mío no era tanto un problema de orden sino 
  • de ubicación, porque no pintan nada compartiendo espacio con las blusas y camisas
  • de espacio, porque no caben bien
  • y de visibilidad, porque colocados de esta maneras hay muchos bolsos que quedan escondidos y se me “olvidan”

PASO A PASO DEL MÉTODO A “MY STYLE”
Bueno, lo de “my style” creo que es importante tomarlo en consideración. A ver, si eres caótica y no sabes cómo organizarte, mejor no te concedas esta licencia, pero si estás dentro de un orden, puedes permitirte adaptar el método a tu manera, siempre y cuando no se pierda su esencia y no te alejes del objetivo de conseguir que ese nuevo orden te ayude en tu día a día.

1.- Poner todos los bolsos en una superficie plana. 
Casi siempre será la cama, pero puede ser una mesa o el suelo. Lo que te sea más cómodo. Lo importante es que los reúnas todos en el mismo lugar para ser consciente de la cantidad de bolsos que tienes y del espacio que vas a necesitar para ubicarlos.




2.- Ordenarlos por colores y categorías.
Yo lo hice, más o menos así:
  • Por colores (negros, marrones, rojos y varios)
  • Por categorías (básicos, totes, cestos, mochilas y clutches)
No te creas que es tan fácil. Ya verás cuando te pongas a ello cómo hay algunos que podrían estar en diferentes categorías a la vez. No te preocupes, sigue tu lógica. Después de todo tu orden va a ser para ti.




3.- Descartar los que no queremos.
¡Ay! Para mí éste fue el paso más difícil y el que creo que cumplí peor. 
Por un lado, lo “obsceno” de tener tantos bolsos. 
Aunque te aconsejo que dejes los exámenes de conciencia para otro momento, no deja de ser tremendamente gráfico y llamativo verlos todos colocados ocupando toda la cama. Pero ahora estás para ordenar, no para culpabilizarte. Temas como lo sostenible de la piel natural, el derroche económico que podrías invertir en causas humanitarias,... son cuestiones que deberías de plantearte frente al escaparete la próxima vez. Ahora, con los que tienes en casa ya no hay remedio, así que te recomiendo que te centres... 
Por otro lado, desprenderme de mis queridos bolsos. Como ya me pasó con las camisetas, no puedo descartar bolsos en función de la felicidad que me aportan. Me pueden gustar mucho pero feliz, en toda la extensión de la palabra, me hacen mis seres queridos, no las cosas materiales. Por eso yo me centré en lo viejos que estaban, en si se podían o no arreglar (a mi pobre marido le tuve cambiando asas de un bolso a otro...) y en si me habían dejado de gustar. 
¡¡Me di cuenta de que no tenía un bolso de color blanco!! Y eso me hizo tomar conciencia de lo poco comprometida que estoy con el Método... ¡Debería estar pensando en reducir en lugar de en incrementar mi “parque” de bolsos!
En resumen del paso 3, aún con todo el esfuerzo del mundo, logré deshacerme de siete bolsos. De momento me doy por satisfecha...


4.- Vaciarlos.
Vuélcalos sin piedad en una bolsa o caja grande y vacía su contenido. Luego ya clasificarás lo que te quedas o no. Pero te va a sorprender la cantidad de cachivaches que almacenamos en los bolsos sin ser conscientes de ello (principalmente si eres mamá): paquetes de pañuelos, tubitos de muestras de perfume, las sorpresas de los huevos Kinder, horquillas y coleteros para el pelo, bolígrafos, caramelos y chicles, ¡entradas de cine!,... Esto a mí SÍ que me ha servido de lección y a partir de ahora voy a revisar y vaciar cada día mis bolsos antes de guardarlos. Hasta ahora no se me había ocurrido nunca y me he avergonzado a mí misma. Lo que voy a hacer es buscarme de esas bolsitas interiores de bolso para tener siempre los imprescindibles (pañuelos, perfume,...) y facilitarme el proceso de pasarlo de un bolso a otro cada vez que haga el cambio.

5.- Revisa tu casa antes de empezar a colocarlos definitivamente
Buuuuusca por toda la casa. Aunque creas que los tienes todos localizados y aunque te creas muy ordenada seguro que aparece algún otro en un rincón y en este momento no te acordabas. En mi caso, un Obag que, por su tamaño y rigidez no me cabía en el armario y lo tenía en un rinconcito del vestidor, en el hueco de un mueble con la pared. Y otro plegable que, vete tú a saber porqué, había decidido doblar y meter en un cajón (creo recordar que se estaba todo el rato cayendo y era un engorro)





6.- Prepara el espacio
Selecciona el lugar donde vas a ubicar tus bolsos y acondiciónalo. En mi caso, yo debería de añadir una balda en mi armario pero, a la espera de que mi maravilloso marido, que detesta el bricolaje, se decida a instalármela, he buscado una solución provisional: una mesita de desayuno de Ikea, que hace las veces de estante y que encaja a la perfección. (Por si te estás preguntando porqué no coloco yo la balda... Soy muy atrevida, pero muy patosa para estas cosas... la última vez que me puse, intenté poner una barra de colgar la ropa con Patek-No más clavos y el invento duró tres segundos... Yo soy más de pintar paredes... glups!...)





7.- A colocar!!
Pués eso es. Coloca los bolsos intentando respetar el orden por el cuál los has clasificado previamente. 
Colócalos uno al lado del otro.
Intenta que los de uso más habitual te queden más a mano. Yo, por ejemplo, uso mucho el Tous y el Versace negros y el Cavalli y el MK marrones, así que son los que he colocado a la altura de la vista y más fáciles de coger.
Procura no hacer filas, para que no te queden bolsos escondidos. Y, si como a mí, te ocurre que no te caben todos en primera línea y tienes que hacer filas, pon detrás aquellos bolsos que usas menos. En mi caso, los capazos y los bolsos “sporty”
Puedes aprovechar para colocar los clutches y bolsos de fiesta en el lugar menos accesible porque como no son de uso diario (por lo menos no en mi caso...) no hace falta que los tengas tan a mano. Y si los colocas todos juntos en una bandeja te será más fácil acceder a ellos.






EXTRA
Tips del método q no voy a seguir:
  • Quitar las fundas de los bolsos. Sé que estéticamente quedan mejor fuera de sus fundas, pero, lo siento, los valoro mucho, me gustan demasiado y me gusta cuidarlos. Y en las fundas se conservan mucho mejor. 
  • Meter unos dentro de otros. Esto me parece una “aberración” del Método y me niego en rotundo a hacerlo. Se pueden estropear, coger mala forma, rascarme con los cierres y cremalleras al meterlos y sacarlos,... Sólo de pensarlo se me pone la carne de gallina y me parece tan impropio de un sistema tan exigente como el de Marie Kondo que me cuesta creer que eso sea un consejo suyo, aunque lo haya leído con mis propios ojos en su libro



Si has llegado hasta aquí ya tienes organizados tus bolsos!! Enhorabuena!!!

Yo estoy muy contenta de cómo han quedado y de lo fácil que me está resultando cogerlos y soltarlos cada día, que, al final de eso también se trata, de que el nuevo orden nos facilite la vida.

Si queréis comentar o añadir algún tip ya sabéis... Merci!!

Ciaíto ;)



Eva