martes, 5 de abril de 2022

Recuperando viejos hábitos

Bueno, bueno, bueno…

Me he pasado toda la pandemia sin escribir nada en el blog y justo ahora, cuando más a tope voy de trabajo y compromisos varios me apetece recuperar esta afición, aunque me da a mí que los blogs están en desuso y a todos nos da más por los vídeos… Pero, ya sabéis cómo soy, navegando siempre contra corriente.



Como digo, toda la pandemia  sin escribir ni una sola letra en el blog, pero, sinceramente, porque en ese momento estábamos todos imbuidos por un aparente, ficticio e irreal sentimiento de hermandad, como si de repente la humanidad navegásemos todos en la misma dirección con un interés de supervivencia común, cuando en realidad lo que queríamos era salvar nuestro pellejo y el de nuestros seres queridos y que las cifras de nuestro país fuesen las más favorables cuando veíamos las notícias… Egoísmo, como siempre, ni más ni menos… 



Si es que, visto desde la distancia, no me dirás que no te parece ahora ridículo pensar que salías cada día al balcón para aplaudir a los sanitarios… EN SERIO?? O sea, alguien salía con el corazón en la mano a aplaudir a los sanitarios?? 


Porque, digo yo que de poco o nada les servía a los sanitarios los festivales que nos montábamos cada uno en nuestra terraza, ventana o patio, bailando el Resistiré del Dúo Dinámico, que flípalo tú!, se está acabando el mundo y el himno que escogemos es una canción del Dúo Dinámico!!!! 



Que no es que yo tenga ahora nada contra estos muchachos pero… en fin… no sé… tal vez podríamos haber buscado una canción más actual o un clásico si quieres, pero Resistiré de el Dúo Dinámico!!!!


Y no seré yo quien mencione que no hemos aprendido nada porque no hay frase más repetida que ésta con el acaparamiento de aceite de girasol repitiendo la estratégia apocalíptica del inicio de la era covid con el papel higiénico.

Muchos no lo sabéis pero en esos días me abrieron el coche en el garaje y me robaron un paquete de papel higiénico que tenía en el porta maletas “ahora subo lo fresco y luego vengo a por el papel” y nunca llegó a casa porque alguien decidió que si se acababa el mundo él se despediría con su culete bien limpito…


Ahora estamos todos más calmados y no nos acordamos de cuando se increpaba desde las ventanas a las personas que salían a la calle. Policía de balcón les llamábamos. O lo deportistas, cocinillas, etc, que nos volvimos muchos… Bueno, yo tengo que decir que para volverme cocinillas y ponerme a hacer un pastel el confinamiento debería de haber durado unos treinta o treinta y cinco años… Igual que reconozco que si salía a la terraza a aplaudir era por hacer un break en las sesiones maratonianas de pesas que nos organizaba mi marido en casa. Casi veinte minutos de descanso nada despreciables…




Pués eso, que si en ese momento hubiese hablado de lo que estaba ocurriendo y de cómo lo estaba viviendo yo, probablemente ahora me avergonzaría de esas publicaciones. 


He conocido mucha gente en este tiempo que desconoce mi afición por escribir en un blog donde el tono despista y, como dice mi marido “nadie sabe si hablas en serio o en broma”. 

Si ya conocías este blog, estoy feliz de volverte a encontrar por aquí y si es la primera vez que entras, tómatelo como más te apetezca en cada momento. Disfrútalo, ódialo, ríete, indígnate,… y, sobretodo Keep Calm, que la vida son dos días y esto es sólo un blog.


Bueno, ahora ya he roto el hielo, espero volver pronto con nuevos temas de interés general o particular, que al final todo vale…


C.U.


Eva