lunes, 23 de septiembre de 2013

UO, UO, SHA-LA-LA, EH-EH-EEEH

Pués sí, parece que esto ya ha llegado a su fin. Se acaba el buen tiempo, las tapitas en las terracitas, los días larguíiiiiiiiiisimos, los vestidos sin medias,...Y se acaba LA PLAYA!!!
He de reconocer que cada vez me estoy aficionando más a las salidas playeras, en parte, empujada un poco por el pediatra de mi "pitufo" que lleva cuatro años opinando que estamos muy blancos y que tenemos que tomar más el sol por todo aquello de la vitamina D y, además lo conveniente que resulta el yodo del agua del mar para las pieles atópicas,...En fin, que comienzas estas visitas a la playa un poco a regañadientes y acabas enganchadísima! Porque aunque es mucho más cómodo verla desde un velero a doscientos metros de la orilla te pierdes tantos momentos...cómo llamarlos?...diferentes, originales, freaks, y a mí eso me encanta...


Vista ideal del mar...

Podría clasificar las playas según si son familiares, nudistas,...Pero para mí sólo existen dos tipos de playas: las de arena fina, que se "engancha" a la piel, a la toalla, al cuello de la botella de Coke,...y las de piedrecitas que se te clavan al caminar, en los codos también cuando tratas de leer la revista/libro de rigor tumbada en la toalla, que se convierten en piedras incandescentes en las horas de mediodía,...

Por supuesto que está la opción del beach club (mucha gente lo pronuncia 'bitch', qué fuerte, no?) pero, sinceramente, para ir en familia no es lo más apropiado porque no tienes la oportunidad de que te llenen de arena a tu toalla y a tí los niños vecinos y los tuyos propios. Además, últimamente los beach club han dejado de ser lugares exclusivos de disfrute de la playa para convertirse en discotecas diurnas donde el relax y la misma playa quedan muy lejos de su objetivo. La imagen que ofrecen en esos reportajes de la tele tampoco es del todo cierta, gente medio ebria, desfasadísima, bailando música atronadora, haciendo declaraciones del tipo: "Nos hemos gastado Xmil euros en una botella de champange y estamos disfrutando del sol y de estas bellezas, y bla, bla" y después te enfocan a las típicas go-gós muy monas haciendo bobadas con los chicos (que ya te digo yo que actuando así no van a encontrar ningún buen partido...) y a los dos matrimonios amigos, generalmente alemanes, de entre cincuenta y sesenta años, sentados alrededor de una mesa, un poco retiraditos de todo el jaleo pero un poco "despistados" también...Siempre he pensado que estos extranjeros ya han estado en el país (el que cada cuál quiera) y han visitado y conocen todo lo bonito que tiene para ver, no les apetece verlo de nuevo y, entonces, se dedican a entretenerse de otro modo, porque sería una pena ir a un país extranjero para pasarte los días bebiendo y oyendo música, algo que puedes hacer en tu propia casa, y dejar pasar la oportunidad de conocer cosas nuevas,... 

Y quién quiere, en circunstancias normales, perderse el rollo kistch de las playas?!

Es lo más!

En una de mis últimas visitas a la playa de este año me dediqué a hacer un análisis más o menos exhaustivo de lo que se ve desde la toalla (odio las esterillas porque enseguida huelen mal, de hecho huelen como unos burritos de esparto que, cuando yo era pequeña, se pusieron de moda en las casas de todas las yayas y eran espantosos y hediondos, aunque hoy todavía habrá alguien que los considere super vintage. Y odio también las hamacas alquiladas que han sudado millones de personas antes de que llegue a sentarse uno mismo y, por supuesto la alternativa de cargar desde casa con hamacas de propiedad no es para mí una opción.





El de mi yaya era igual...





Debo hacer una aclaración: En mi última visita a la playa, que tenía que ser de confirmación sobre algunas teorías acerca de mi estudio playero, aborté misión, ya que la 'conversación' de la pareja de al lado me tuvo fascinada todo el tiempo. Eran una parejita que rondaba los veinte años que se peleaban, abrazaban, se volvían a pelear,...y así todo el rato, usando un vocabulario digno del sistema educativo actual (acerca del cual presento mis serias dudas por lo que abogo por otro internacional). Eso sí, los dos eran igual de garrulines, con lo cual no veo porqué no podrían ser una pareja con mucho futuro juntos.

En fin, volviendo al tema que nos ocupa, un detalle que me alteró de manera preocupante es que, en todos estos años en los que no había prestado atención a los aspectos playeros algo había cambiado: En qué momento de estos años desaparecieron las famosas pelotas azules de Nivea?! No me negaréis que no es una pena. Puede que haya otras pelotas de otras marcas y/o colores, que no las he visto, pero de  las míticas de Nivea ni rastro.

Y qué me decís del 'avión-anuncio'!! Es genial!!! Una avioneta que te hace mirar al cielo desde donde estés porque el ruido que hace es el principal reclamo para llamar la atención del público (10 puntos a esta magnífica estrategia de marketing, mejor incluso que el subidón de volúmen de la tele cuando paran la peli para poner los anuncios). Con una pancarta publicitaria a modo de cola de vestido de novia que es muy auténtica porque cuando va puedes leer el mensaje perfectamente (Ej: "Beba Coca-cola" - puestos a ser 'vintage'...) pero cuando vuelve ves el rótulo al revés como los rótulos de las ambulancias ;D))))
Los juegos en y con la arena, de padres e hijos, algunos intentando hacer no se sabe bien qué, otros haciendo grandes 'fortalezas de arena', los más pasivos jugueteando con los dedos de los pies en la arena o haciendo con la mano el mismo gesto que se hace para tirar el arroz en la paella...todo esto no tiene nada de particular. Lo que realmente triunfa con la arena es EL MOMENTO 'ENTIERRO'. Quien le vea la gracia que lo practique, pero sinceramente, a mí que nadie me espere para pasar tres horas haciendo con una mini-palita de plástico un mega-agujero del tamaño de una persona, lógicamente, poniéndome perdida de arena, y mucho menos para meterme dentro del agujero. Una de las cosas que más me espantan es ser enterrada viva como el pobre Mossen Llàtzer a Els sots ferèstecs así que no me interesa para nada llamar a la mala suerte...



Qué desagradable, por favor!!!





El punto chic no lo encontramos en los modelitos de las playistas, en sus outfits de playa o en los biquinis, de los cuáles ya está dicho todo lo que se tiene que decir, antes, durante y después de cada temporada, no. El punto chic-paleto nos lo ofrecen esas estupendas gorras de grandes firmas que tenemos la 'suerte 'de poder adquirir a los vendedores ambulantes. No sé si realmente todas esas firmas que se pretenden cuentan en realidad con gorras en sus colecciones pero me suena más a Canal Street en NY, donde encuentras imitaciones de una firma con el logo de otra. Design, design, design.
Y para regalarnos la vista los fabulosos estampados de las sombrillas. El skyline de nuestras playas es lo más, que dices "ok, vale que no vas a cambiar la sombrilla cada temporada, pero es necesario comprarla ya de entrada tan horteras?" Pués por lo visto sí, porque mi marido hizo lo propio cuando compró la nuestra, lo cual me lleva a acabar nuevamente otro post con una moraleja: Nunca dejes en manos de tu marido/novio/madre/etc la compra de la sombrilla que te acompañará por muchos veranos.

Más o menos digno, discreto, ordenado...



"Diseño" espantoso, playas caóticas,...