Estaba muy preocupada por el rumbo que estaban tomando las cosas.
A raiz del surgimiento de las nuevas formaciones políticas con sus discursos seduce-masas se estaba perdiendo una de las costumbres / hábitos de estilo masculino que me tenía tremendamente preocupada: El uso de la corbata!!
Cuando empezaba a molestarme que estos señores se presentasen en cualquier lugar y situación casi cual legionario, me doy cuenta de que, el resto de los políticos, alertados tal vez por el éxito de estas nuevas formaciones con pretensiones de mimetización con los ideales y costumbres del pueblo, los imitan y se quitan también la corbata.
Claro que eso no es nada. Escandalizada me quedé cuando mi marido se fue un buen día sin corbata al trabajo. Miré corriendo el calendario para verificar que no era viernes ('casual day' en muchas empresas) y cuando verifiqué que era un martes cualquiera, y después de recuperarme de mi conato de desmayo, pude atender a su explicación de que en el entorno laboral se estaba perdiendo el uso de corbata.
Ante el terror a que los encuentros entre altos cargos y comités ejecutivos tengan lugar en jeans y sahariana o directamente camisa abierta, que los caballeros no se han percatado que es comparable a una diputada en minifalda de lycra, decidí que tenía que hacer algo para remediar este gran despropósito.
Pero qué podía hacer yo desde mi pueblito, sin apoyo de ningún gurú de la asesoría de imagen, o de expertos en protocolo?!! Efectivamente, poca cosa. Mi manera de desahogar mi enfado, mi disconformidad ante esta tremenda situación, fue ponerle 'likes' a mi seguido en Instagram @danielre cuando cuelga fotos con sus fantásticas corbatas y no ponérselos cuando sale en sus fotos a camisa abierta.
Ridículo, lo sé, pero tampoco era ésta una inquietud como para dedicarle más esfuerzos.
Sin embargo, estos días, me llevo una grata sorpresa al comprobar que, precisamente quien inauguró la costumbre de acudir a cualquier acto, independientemente de su categoría, sin usar corbata, de repente aparece con corbata reclamando su vicepresidencia.
Y eso me hace preguntarme, será que el uso de corbata es un indicativo de esa tendencia 'aparatista' que le reclaman sus propios colegas desde el norte? O tal vez conviene conmigo que el uso de corbata denota clase, estilo, incluso poder y le interesa ahora dar esta imagen más acorde con la que cree su nueva situación?
Bien, en cualquier caso, agradecerle a éste buen caballero su tímido acercamiento a la cordura y bienvenidas de nuevo, corbatas, a nuestras vidas!!
Ciaito,
Eva.
