Por fin...Habemus Candy bag!!!

En mi primera entrada al blog hacía mención a mi deseo de tener un Candy bag de FURLA. Pués bien, ya puedo disfrutar de él.
Es el modelo que combina goma y piel grabada en color verde lima.

Sencillamente espectacular.

Me comía a besos a mi marido cuando he entrado a la habitación para buscar algo que él me había pedido y, de repente, veo la bolsa de FURLA y, dentro de ella, por supuesto, mi ansiado Candy bag.
A pesar de habermelo regalado, todavía se pregunta mi espléndido marido para qué caramba quiero yo un bolso de estas características y, es que, él es eminentemente práctico y desentiende las razones de las tendencias de moda.
Por si alguien más, a parte de él, se está haciendo la misma pregunta diré que, teniendo en cuenta que esta temporada no serás nadie si no tienes algún complemento flúor y que se trata de un bolso con un tono muy ácido, creo que es la adquisición perfecta. No sé, yo lo veo muy claro, es una compra muy práctica, además de que no me lo puedes negar: a que es maravilloso?
En cualquier caso, tampoco es imprescindible que algo sea práctico para encapricharse. Sin ir más lejos, este invierno me enamoré profundamente de los bolsos Satchel. Es cierto que ahora se ven muchos clones en tonos flúor o plata, pero yo me hice con un auténtico Satchel en color cuero con mis iniciales grabadas en dorado. Realmente soy fan number one de los bolsos que se salen de lo típico,...Algo que también tuvo en cuenta mi marido cuando me trajo mi Braccialini de Venecia y, es que, algo bueno tenía que tener que tu pareja viaje a menudo y te deje solita en casa...
Volviendo al tema del Candy bag, una de las cosas que me gustan de él es su versatilidad, ya que, por su forma y capacidad creo que cuando deje de ser tendencia lo podré utilizar como neceser de viaje. Esta capacidad de adaptación y aprovechamiento la adquirí en un tiempo en el que no disponía de demasiados recursos. No hacía demasiado tiempo que estaba separada de mi ex (pronúnciese "ecs", tal y como aprendí de la "ex" de mi marido, aunque ella usaba este término en tono de broma) cuando por unas cosas y otras y por la intervención de alguna misteriosa mano negra teníamos que ser muy comedidos con nuestros gastos, tanto que, incluso hacíamos una pequeña compra en Carrefour para coger bolsas e ir después a comprar a Lidl que era más barato. Os recuerdo que hubo un tiempo en que las bolsas de plástico las regalaban en los "supers", excepto en Lidl y Dia, que fueron los pioneros en esto de cobrar las bolsas. Así que, aprovechábamos las bolsas de Carrefour para comprar en Lidl. Ahora echo la vista atrás y pienso "¡Por Dios, qué barbaridad!" pero esta etapa me sirvió mucho para aprender a valorar las cosas desde otro prisma. Y con el tema de las bolsas quedamos algo "traumados" porque aún es hoy que en casa no se tira una bolsa sin darle un segundo uso aunque generalmente, cuando vamos a la compra usamos de estas bolsas enormes que me horrorizan y que tan sobrevaloradas están o no os habéis fijado en que si usas una de estas bolsas para llevar algo a alguien siempre te las quieren devolver? Lo fuerte del caso es que no te las devuelven porque no las quieran sino porque parece que da "apuro", que sabe como mal quedarse con la maxi-bolsa de 0'50cts de alguien. Nada, que por más que lo intentas, no hay manera de deshacerse de esas bolsas tan feísimas y horrorosas. De ahí que prefiero hacer la compra por internet, pero eso ya es tema de otra entrada...