sábado, 31 de octubre de 2015

Diversificar el negocio más fúnebre del mundo...

Cuando hablan de diversificar en un negocio todos pensamos en ofrecer servicios que de una manera u otra tengan algo que ver con el negocio principal ya que se pueden atender dedicando la experiencia y los recursos de los que ya se dispone. Bien, siempre no es así. A veces una empresa dedicada a la alimentación crea una empresa immobiliaria o una cadena hotelera, una firma de moda.


En fin, que el mundo empresarial a veces es un verdadero misterio que sólo aquellas mentes pensantes, economistas y osados llegan a entender o dicen hacerlo.


Pero yo, desde mi ignorancia más absoluta y aprovechando que estamos en pleno Halloween, castañada y día de Todos los Santos, cuando rendimos respeto y homenaje a nuestros seres queridos que ya no estan con nosotros, me quiero centrar en la diversificación de los negocios y, más concretamente en el negocio de los decesos.


Porque cómo se va a diversificar una funeraria, concretamente Cementerios de Barcelona?...Está claro que, con la reducción en el número de entierros debido a la cada vez más extendida costumbre de la incineración, el negocio se está resintiendo. 


Desde pequeña siempre había oído decir que el de los servicios funerarios era un negocio que nunca estaba en crisis porque la gente no deja de morirse. JA! Qué equivocados que estaban los que hacían tal afirmación. Que ahora a la gente le da por esparcirse por el Mediterraneo, Montserrat, el camino de Santiago,...


Suerte que se les ha ocurrido una gran idea!!! : "Proponemos que se prohíba el esparcimiento de cenizas y, como pocos serán los que querrán guardar en casa un muerto chuscarramadito por muy querido que fuese en vida, compensamos la pérdida de los nichos con el llamado columbario (cuyo nombre me recuerda al famoso detective de mirada distraída) y se acabó la crisis para nosotros"



Bien!! Bravo!! De acuerdo que a mí particularmente no me hace demasiada ilusión nadar en el mar pensando que aquella ola puede ser un antiguo vecino de mis abuelitos, o que al aspirar el supuesto aire puro desde la cima de una colina en realidad estoy llenando mis pulmones de partículas del padre de alguien que se encuentra celebrando el ritual de esparcimiento en la colina de en frente, pero de ahí a pensar en aumentar el volumen de facturación, pués la verdad,...no sé,...no quiero criticarlo, porque en realidad es una oportunidad de negocio incuestionable aunque, sinceramente, me genera una serie de dudas morales que me atormentan sobre manera y me hacen cuestionar mi hasta ahora total convencimiento sobre las bondades de la incineración...


Bueno, aquí os dejo el caso expuesto. Yo, por mi parte, seguiré reflexionando en la intimidad de mis pensamientos "desvariados" durante mis largas noches de insomnio...

Ciao!!

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